Philippe Starck Pintura: Ebbing Evening Tide, by Kuroda Seiki, Museum of Contemporary Art Tokyo, Japan.1913. https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Kuroda_Seiki
Profundo ese cuadro de Seiki. La atmósfera es un prisma, la mar otro, que descomponen la blanca luz del Sol y descubren a nuestros ojos azules y violetas inacabables. La arena de la playa confunde sus pardos con los blancos de la espuma de unas olas que rompen. Los tenebrosos negros de las nubes se tornan en radiantes amarillos cuando el Sol los ilumina. Al final todo lo que nos llega es luz, hasta la oscuridad lo es.
Una mañana, muy temprano, la vi. Apenas comenzaba a clarear y el sonido del mar arrullaba a los durmientes en sus hamacas. Grupos de flamencos llegaron sin avisar, rosados, tenues. El mar, blanco, por la niebla delicada y un rosado tímido apuntaba a lo lejos Ese cuadro, perdón, ese paisaje lo vi en el Cabo de la Vela.
4 comentarios:
Profundo ese cuadro de Seiki. La atmósfera es un prisma, la mar otro, que descomponen la blanca luz del Sol y descubren a nuestros ojos azules y violetas inacabables. La arena de la playa confunde sus pardos con los blancos de la espuma de unas olas que rompen. Los tenebrosos negros de las nubes se tornan en radiantes amarillos cuando el Sol los ilumina. Al final todo lo que nos llega es luz, hasta la oscuridad lo es.
Gracias por deleitarnos con su «poesía», apreciado Olo...
Una mañana, muy temprano, la vi. Apenas comenzaba a clarear y el sonido del mar arrullaba a los durmientes en sus hamacas. Grupos de flamencos llegaron sin avisar, rosados, tenues. El mar, blanco, por la niebla delicada y un rosado tímido apuntaba a lo lejos Ese cuadro, perdón, ese paisaje lo vi en el Cabo de la Vela.
Al cuadro le faltaron los flamencos rosados, tenues, lic.. Gracias por embellecerlo también con sus palabras.
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