“CARÁCTER: Su etimología viene de la voz griega impresión, que significa lo que la naturaleza ha grabado en nosotros. ¿Puede cambiarse de carácter? Si, cuando se cambie de cuerpo. Suele suceder que el hombre que nació pendenciero, intolerante y violento, si al llegar a la vejez se ve afectado de aplopejía se convierta en un niño memo, tímido, llorón y miedoso, y entonces se puede decir que cambia de cuerpo. Pero mientras sus nervios, su sangre y su médula permanezcan en estado normal, no cambiará de carácter, como no cambian de instinto los lobos ni las garduñas.
El autor inglés del Dispensary, poemita muy superior a los Capitoli italianos, y puede que incluso al Lutrin de Boileau, dice muy acertadamente, a mí entender:
De una mezcla secreta de fuego, tierra y agua se hizo el corazón de César y de Nassau. De un resorte desconocido el poder invencible hizo a Slone impudente y a su mujer sensible.
Nuestras ideas y sentimientos forman el carácter, y está probado que no adquirimos los sentimientos e ideas que queremos; por tanto, el carácter no depende de nosotros porque si fuera así todo el mundo seria perfecto. No pudiendo adquirir cierta clase de talento ni determinados gustos artísticos, ¿Cómo podríamos adornarnos de ciertas cualidades? El irreflexivo se imagina que es dueño de todo, pero quién reflexiona se percata de que no es dueño de nada.
Para cambiar de manera total el carácter de un hombre, habría que purgarlo todos los días hasta que le sobreviniera la muerte. Carlos XII, enfebrecido de supuración en el camino de Bender, era otro hombre; se dejaba manejar como un niño.
Si yo tuviera la nariz torcida y los ojos de gato podría tapármelos con una máscara, pero, ¿Puedo ocultar el carácter que me dio la naturaleza? […]”
Extraído de “Dictionnaire Philosophique” [Voltaire]
5 comentarios:
Paola, he tratado de hacer un comentario y no lo logro. Espero tener éxito en este momento. No sabía que habías cambiado de dirección.
No sé si esta es la razón por la que desapareciste de la muy preciada por mi lista de seguidores. Te invitaba a enviarme un regalo con motivo del aniversario de un año del Arte de vivir con Arte y estaría deleitada tener algo tuyo en la publicación. Sea foto, pensamiento, lo que desees. Es una especie de celebración compartida.
Un abrazo yvette
Yvette, al exportar MyC, se me eliminaron todos los seguidores y “seguidos”; Pero ya te agrego de nuevo.
Gracias por tu invitación... que por supuesto con mucho gusto acepto y de algún modo estaré participando.
Hola, Paolita: !Presente y leyendo con agrado su blog!
dago
Hermoso texto, con el cual me identifico.Hay una novela japonesa muy antigua, el HEIKE MONOGATARI, que describe las luchas entre dos clanes: los genji y los heike. Es fascinante, hermosamente extraña.Y habla de guerras, con un sentido del honor, con la poesía como mediadora entre los hombres y el compromiso. Cierto, Paola, leer literatura japonesa es descubrir un mundo sutil y raro a nuestros ojos.
Dicen que hay que tener caracter para triunfar ... dicen.
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