sábado, agosto 11, 2012

De que nada se sabe

“La luna ignora que es tranquila y clara
Y ni siquiera sabe que es la luna;
la arena, que es la arena. No habrá una
cosa que sepa que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas
al abstracto ajedrez como la mano
que las rige […]”

Borges aplica una idea similar a las rosas. No recuerdo si se refería a que ignoraban su belleza, o su fragancia. También a los libros:
“Mis libros (que no saben que yo existo) […]”

“[…] el misterioso amor de las cosas
que nos ignoran y se ignoran.”

“Pienso que las palabras esenciales
que me  expresan están en esas hojas
que no saben quién soy, […]”

Más allá de la “ignorancia” de las cosas; se me ocurre que acaso hay gente tan especial, tan distinta;  que no sabe lo que es, lo que irradia. Y que es como la del poema de Hamlet Lima:

"[...] Hay gente que con solo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada […]”

Pienso en unas palabras escritas quizá de la manera más simple; más espontánea. Y en todo el sentido, el valor y la belleza logrados, que el autor acaso ignore; del mismo modo que ignora  el encanto que ejercen, o la luz preciosa y tranquila que proyectan... Como la luna del poema de Borges.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces nos sorprende la frescura, la manera particular de ver las cosas que tienen ciertas personas. En especial, aquellas que hacen preguntas, que indagan. Y aquellas que como dice Lima, "llega(n) hasta los límites del alma".
Paola, un texto bello, evocador.

Paola Arciniegas dijo...

Cierto Lic., como siempre me complace su visita y comentarios.

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