El pequeño y frágil caracol que guarda su sonido para cuando quieras escucharlo... y todos los preciosos barquitos de papel en que navegan transparentes tus palabras - puentes colgantes que construyes desde donde se pueden observar las flores más hermosas sin tocarlas. Alguna vez quizá liberarás las piedritas marcadas con tus huellas; desatarás el tiempo - arena entre tus manos, y entonces la lejanía del mar ya no será; sabrán las almas, de la real belleza de la sal diluyéndose en el agua. Y un reflejo, y un eco, como caricia del sol, como la luz, una canción…
aleteo de gaviotas blancas.
Fotografia 334/ 365 de caterina.appia https://www.flickr.com/photos/caterina-appia/

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