Papi

Y no sé construir el verso, en un idioma distinto del que aprendí en tus ojos. Ni decir los nombres de los pájaros que se pierden en el horizonte sino desde la mirada que supe alcanzar de tus palabras. Esta mañana que hablaste de sumas y de restas no supe como explicar que mi matemática no tiene que ver con cifras, que me olvido siempre de los números. Lo mío son palabras y esperanzas, y la música de algún violín perdido cantando la música del viento. Lo mío no son cifras ni estadísticas, ni diagramas. Lo mío son los sueños que se trazan arriba, más allá de las nubes, tejiendo filigranas.