viernes, noviembre 04, 2016

Tan dulce esto de estar bajo la lluvia,
y el agua escurriendo por mi cara
tan solitario el parque de la gente,
y las piedras brillantes y felices,
y las hojas tan plenas de matices
y el corazón pensando en quién me espera.
De pronto el pàjaro que canta
y canta y canta, como si fuera al ritmo de la lluvia,
y una música triste
como un recuerdo antiguo,
Y calla el pàjaro, y no oigo a mi corazón, sino a mi alma, 
y
el agua escurriendo por mi cara.

1 comentario:

dago dijo...

Qué mejor definición de la alegría que su poema, Paola.

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