viernes, abril 07, 2023

 «(...) No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo» (Juan 3:3-7).



Cuentan nuestros sabios que la plaga de oscuridad en Egipto era tan terrible que las tinieblas se podían palpar. Cuentan que era tanta la maldad que se había formado un muro de cáscaras tan duras que rodeaba al país y no se podía salir de allí. Cuentan que el Faraón se podía ver espiritualmente como una serpiente gigantesca y que se bañaba en sangre de niños hebreos. Cuentan cosas que nos harían temblar de terror de no ser porque sabemos que nuestro Temor es a El Eterno que nos salva y nos sacó a media noche por encima de toda cosa física y espiritual y todo tipo de brujerías y hechizos con que nos sometían, de toda levadura. También cuentan que estas cosas viven dentro nuestro y que El Eterno las derrota pero debemos activar la chispa de Mashiaj y poner nuestro esfuerzo.
La luz Divina nos condujo con su Columna de nube de día y Columna de fuego en la noche. Y hoy como hace miles de años, Nuestro Salvador nos libera de todo yugo del mundo, de la aparente libertad que nos condenaba a nuestros instintos, a cumplir todo impulso, todo deseo impropio y vergonzoso, a estar dominados por nuestros más bajos antojos. Nos creíamos poderosos y fuertes y éramos débiles frágiles, sometidos a la serpiente del faraón, a todo lo sucio e impuro.

Hoy como hace miles de años  El Eterno nos da la libertad, el honor de ser sus esclavos para ser felices y buenos para disfrutar de la verdadera belleza, para ser niños ingenuos de nuevo pero poderosos y valientes no sometidos a ningún ídolo ni poder extraño, como también nos enseñó Ieshua Ha Mashiaj...

*Una reflexión para pesaj y semana de panes sin levadura

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