Y a propósito del mal sabor, que me deja pensar que se puede olvidar con una pastilla, me acordé del zahir de Borges. He aquí los extremos: la pastilla para olvidar y lo que no se puede olvidar al punto de llevar a la locura. Zahír en árabe quiere decir "notorio", "visible". Y según cuenta el mismo Borges, en tierras musulmanas se dice de los seres o cosas que tienen la terrible virtud de ser inolvidables y cuya imagen acaba por enloquecer a la gente. En “El zahir” alude a varios de ellos; entre los cuales menciona un astrolabio de cobre, que quien lo miraba una vez no pensaba en otra cosa; y que fue arrojado al fondo del mar, para que los hombres no se olvidaran del universo por pensar solo en el. A Borges su imaginación, lo llevó a toparse con una moneda de 20 centavos, que se convirtió en su zahir, y a la que le escribe una de las frases mas románticas que he leído: “Noches hubo en que me creí tan seguro de poder olvidarla que voluntariamente la recordaba”. Y agrego entonces que se cuide todo zahir… porque les llegó la hora…
1 comentario:
me gusto muchisimo esa entrada, esta vacanisima y llena de verdad, en mi caso
intente olvidar con pastillas, intente olvidar arrojando con mis lagrimas pequeños pedazos de recuerdos..pero lo unico que logre fue querer mas, entonces decidi expresar y sacar toda esa rabia y solor, y bueno en un zahir eterno ( por lo menos hasta que muera) porque lo coverti en blog http://ensicodelia.blogspot.com/
tus margaritas son muy bonitas y esas entradas tuyas definitivamente saben a cereza
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